Desde que los hijos nacen, estamos deseando que llegue el momento en que prueben otros alimentos (además de la leche). Y cuando llega el día, probablemente llegue la decepción…”pone caras raras”, “no le gusta”, “lo escupe”, “cierra la boca”… y cuando crecen, hay épocas en las que la situación no cambia …“No quiero”, “no me gusta”, “qué asco”…
Cuando los alimentos que rechazan son las frutas y las verduras nos preocupamos más. ¿De dónde sacará las vitaminas, fibra y minerales que necesita? ¿Cómo tengo que actuar en estos casos?
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